Malos hábitos al volante: más habituales mientras más uso le des a tu coche
El uso del coche ha aumentado significativamente en las últimas décadas ya sea para el trabajo o para tareas cotidianas como ir de compras, llevar a los niños al colegio, etc. Por lo tanto, la formación de malos habitos con el tiempo es bastante común ya que la mayoría de los conductores estamos tan concentrados en nuestras preocupaciones o tareas que no notamos constantes pequeños movimientos o gestos que pueden dañar el coche e incluso poner en peligro la seguridad de los conductores, pasajeros y otros usuarios de la carretera
Es importante saber qué malos hábitos aprendemos sin darnos cuenta, porque entonces podemos conducir de manera más óptima y sentarnos seguros al volante.
¿Cuáles son los malos hábitos más frecuentes durante la conducción?
- Exceso de velocidad
Conducir a velocidades superiores a los límites legales o a las condiciones de la carretera aumenta el riesgo de accidentes. - Dejar el pie sobre el embrague
Es uno de los malos habitos más comunes y más perjudiciales para nuestros coches. Algunas personas ponen el pie en el embrague cuando están atascados, cuando el semáforo está en rojo o mantienen el pie en el pedal después de soltar el embrague. Esta práctica puede dañar los sistemas del vehículo e incluso causar accidentes porque inhibe nuestra tasa de reacción. El embrague solo se debe presionar cuando se requiere un cambio. - Uso del teléfono móvil mientras se conduce
Enviar mensajes de texto, llamar o navegar por internet mientras se conduce puede distraer al conductor y reducir su tiempo de reacción.
- Sujetar el volante de forma incorrecta
Dentro de los malos habitos, es muy común coger mal el volante y hacerlo sobre todo por dentro, es decir, con las manos en medio o por dentro. Sujetar el volante por dentro dificulta que podamos girarlo. Esto sucede porque nuestras manos no nos permiten realizar el giro de forma óptima. Tal vez en nuestro trabajo diario no sea un gran inconveniente, pero si el camino es irregular y no puedes girar el coche rápidamente, puedes tener un accidente. - Conducir agresivamente
La conducción agresiva, como adelantar en lugares peligrosos o acosar a otros conductores, puede provocar accidentes y aumentar el riesgo de lesiones. - Apoyar el codo en la ventanilla
Si lo hacemos, nuestras manos quedan inhabilitadas y si tenemos que reaccionar rápido, gastaremos más tiempo en realizar las maniobras necesarias. Lo mejor que podemos hacer es concentrar nuestras manos y muñecas en el volante, porque así podemos reaccionar rápidamente a las condiciones adversas de la carretera. - No mantener la distancia de seguridad
No mantener una distancia de seguridad suficiente con el vehículo que va delante puede reducir el tiempo de reacción y aumentar el riesgo de colisiones. - Conducir de forma distraída
Comer, beber, arreglarse el pelo o prestar atención a los demás pasajeros mientras se conduce puede distraer al conductor y aumentar el riesgo de accidentes.
¿Te sientes identificado con estos malos hábitos?
Estos son los malos habitos más comunes de los conductores. Si te identificas con uno o más de estos, trata de evitarlos mientras conduces. Recuerda que tu seguridad y la de tu vehículo es primordial así que procura practicar una conducción segura y responsable.